Proyecto Amptrax 210m 6a El Chorro
Un hombre honesto, un hombre sencillo, un buen hombre. Iniciamos el blog con este articulo sobre una vía de...
Antes de comenzar este relato, quiero agradecerles de corazón a mis amigos y compañeros de cordada Jaime Chen y Sergio Rodríguez la consecución de este logro pues no hubiera sido posible sin ellos. La apertura de una vía de escalada requiere de que muchos elementos y factores se alineen, y por suerte y con gran valentía, el 29 de Mayo de 2022 se pudo abrir la segunda vía de escalada conocida en la cara Sur de La Maroma.
Sin más palabras para ellos que las de agradecimiento y orgullo, me dispongo a relatar la apertura de la vía «Jaime» en la cara Sur de la Maroma.
Historia.
¿Se pueden cumplir los sueños? ¿Se pueden llegar a metas que parecen inalcanzables?… Quien sabe, al menos caminemos hacia ell@s, posiblemente l@s podamos tocar, con suerte y mucho trabajo incluso abrazar y materializar.
Yo os voy a contar uno mío, y con su permiso, otro de Jaime.
Hace ya unos cuatro o cinco años que empece a enamorarme del mundo de la montaña, empecé con el senderismo, pero al año o así, casi por casualidad y error con la escalada. Yo me apunté para un curso de iniciación a la escalada deportiva pensado que era el siguiente paso para subir montañas, aquí se suele malinterpretar un poco y la gente de la ciudad nose porque piensa que todas las montañas se escalan, cuando en realidad a muchas de ellas se puede subir andando. Eso me paso a mí, y por esa casualidad fue por la que comencé a escalar, al principio deportiva, luego ya escalada de varios largos y por último escalada tradicional o clásica.
Estos últimos años no he hecho otra cosa más que andar mucho, hacer rutas de todo tipo y distancias, principalmente por Málaga, me encanta descubrir nuevos lugares y conocer todas las Sierras que tengo a mi alrededor, pero hay una Sierra, bueno, una montaña que me tiene realmente enamorado, la veo todos los días y es la que más veces he subido, su nombre es La Maroma aunque su nombre original es La Tejeda. Es el techo de la provincia de Málaga y está situada en el Parque Natural de Sierra Tejeda, Almijara y Alhama, en concreto en la parte de Sierra Tejeda. Su cima se encuentra en un triángulo de Municipios formados por Sedella, Canillas de Aceituno y Alhama de Granada.
Las rutas que parten a la Maroma tienen un denominador común, son duras y exigentes, por lo que llegar a su cima ya es un logro del que estar muy orgullos@. Las principales y las que más suelen hacer los senderistas son en primer lugar desde el Robledal (Alhama de Granada), luego desde Alcaucín seguida de Canillas de Aceituno y por último desde Sedella, estas tres últimas ya en la provincia de Málaga.
Para mí, la Maroma se me había quedado «chica», había subido por sus principales rutas, pero de igual manera mi atracción por ella se mantenía.
Un día, casi de casualidad como en tantas cosas, hará dos o tres años en una conversación con compañeros de mi club de montaña, vine a saber de la existencia de una vía de escalada en la Cara Sur de La Maroma, una vía abierta en 1981 por Clemente González y Jose Antonio. Esa vía asciende por una zona llamada el Tubo Central, a la cual se accede remontando el Río Almanchares. Una aventura en toda regla la que estos escaladores vivieron. En internet podréis encontrar más información de su apertura.
Yo por esas fechas apenas recién empezaba a escalar deportiva, por lo que para mí aquello quedo como un sueño, algo que veía inalcanzable, pues no tenía ni idea, ni experiencia, ni formación y mucho más importante, no tenía un compañero que quisiera realizar esa actividad tan especial. Bueno… ¡Hasta que conocí a Jaime!
Seguía a lo mío, escalando entre semana y algún que otro fin de semana escapándome para realizar vías de largos. Alguna de esas vías que he escalado están en esta web relatadas por si queréis más información. El siguiente paso fue hacer un curso de escalada clásica, curso que hice con Antonio Gamez, pionero y gran promotor de la escalada en Málaga.
Poco a poco mi compañero de cordada Jaime y yo nos fuimos haciendo con algo de equipo de clásica y también empezamos a hacer algunas vías de aventura «fáciles». Recalco esto, pues este tipo de escalada es bastante diferente a la escalada deportiva, aquí la experiencia, un buen coco y una buena intuición son muy importantes, no prima tanto la fortaleza del escalador sino una buena visión y gran pericia. Decir «fáciles» quizás de lugar a mal entendimientos, pues aunque en dificultad física para los pasos sean así, el terreno de aventura es exigente y peligroso, por lo que tener buen temple mientras se escala una vía de estas características es fundamental también.
Fui adquiriendo más fortaleza como escalador y ganando en confianza, también fui madurando la relación con mi cordada, entendiéndonos cada vez mejor y haciendo muchos metros de pared. Hasta que un día, decidimos ponerle fecha a esta aventura. ¡Vamos a escalar la Cara Sur de la Maroma!.
Nuestras agendas suelen estar apretadas, pero estábamos esperando unas buenas fechas para tener horas de luz suficientes y que no hiciera ni mucho calor ni mucho frío. Por lo que la primavera se convierte en una época ideal para organizar una actividad de este tipo en la Maroma.
Decidido ya el día, solo quedaba refrescar la información e ir con las cosas bien claras. Para esto tengo que agradecer la información facilitada por mi compañero Pedro del Club Alpino Pinsapo que repitió la vía Clemente-Pepe el pasado 8 de Enero, también los relatos y la bibliografía que hay por internet, principalmente aportada por miembros de la Sociedad Excursionista de Málaga.
Un día para recordar siempre…
Y llego el día, el 29 de Mayo partimos desde el Área Recreativa de Sedella. La aproximación la realizamos tomando la subida normal desde Sedella hasta la Maroma. En el Collado de la Monticara cogemos el sendero que nos baja hasta la Fuente de la Pisaica del Niño Dios y continuamos avanzando para buscar la cabecera del Río Almanchares, en el barranco del mismo nombre. Llegados ya al curso del río Almanchares, subimos por su cauce (vacío de agua), aquí nos empezamos ya a encontrar pequeñas trepadas de como mucho IIº y IIIº grado que no entrañan mucha dificultad.
Durante 500 metros se van sucediendo pequeñas escaladas hasta llegar a un lugar muy característico conocido como «la Chapa». Una zona caliza completamente lisa y con algo de pendiente donde hay que gastar cuidado de no resbalarse. Desde la chapa hasta el árbol característico que nos marca el inicio de la ruta de escalada nos quedan unos 300 metros. En apenas un kilómetro o poco más hemos ascendido 500 metros por lo que al llegar descansamos un poco.
En este punto ya vemos de cerca lo que realmente nos espera. Estamos delante de algo que habíamos estado persiguiendo desde hacía mucho tiempo.
Nos encontramos ante una pared inmensa, bajo la sombra de una montaña majestuosa, la Maroma.
Mientras descansamos un poco estudiamos el itinerario que teníamos previsto, repetir la cara sur que en su día abrieron Clemente y Pepe. Debatimos un poco acerca de la ruta, desde abajo se veía «fácil» y Sergio «el Tocayo» en un arrebato de valentía dijo, «¿qué tal si abrimos nosotros una nueva vía?»..
Yo al principio lo veía muy arriesgado, nuestra preparación y víveres estaban dispuestos para una jornada que calculábamos iba a ser de unas 7/8 horas. Tampoco es que estemos muy curtidos aún en escalada clásica, esto, y no disponer de cuerdas dobles al ser cordada de tres me hacían estar muy reacio a esta propuesta.
Pero… ¿Por qué no? Era cierto que la línea abierta en los ochenta parecía sencilla y se podía volver a hacer en otra ocasión, estábamos ante un muro con muchas posibilidades. Una montaña a la que le tengo gran devoción. Era una oportunidad increíble y iba a ser una experiencia única en nuestras vidas. Así que, ¿por qué no?. Confío en mis compañeros y quien mejor que ellos para hacer un poco de historia en esta preciosa pared.
Decididos ya, vemos una línea directa justo por encima del árbol solitario, se ve algo sucia, pero factible, el único problema es la calidad de la roca y el desconocimiento de lo que nos íbamos a encontrar. La roca aquí no es muy compacta, son rocas muy marinas que se desprenden con mucha facilidad. Veníamos advertidos y luego lo comprobaríamos.
Jaime y «el Tocayo» se van disponiendo en el pie de vía que improvisamos para el primer largo, no lo hacemos justo desde la base, sino que trepamos un poco por terreno «sencillo» para ganar unos cuantos metros, aun así nos anclamos para evitar algún susto.
El primer largo lo abre Jaime, él es el que mejor escala de los tres, tiene un temple increíble y nadie mejor que el para iniciar una aventura así. La primera parte del largo está muy descompuesta, pero se deja escalar, poco a poco Jaime va haciendo los primeros metros, hasta que, alcanzada la mitad del largo se tuvo que torcer un poco a la izquierda para sortear un árbol, sortear este árbol fue la parte más difícil y delicada del largo, pues no teníamos cuerdas dobles para minimizar el rozamiento de la cuerda, se hacía prácticamente imposible y peligroso continuar escalando, así que hubo que improvisar una pequeña reunión en un lugar muy precario sin apenas seguros donde apenas se cabia, monto reunión con gran pericia y subió al tocayo hasta esa reunión, yo aún esperaba en la base, el tocayo se subió para poder asegurarle nuevamente y que pudiera terminar el largo con menos rozamiento, puesto que fue imposible debido al zigzag para esquivar ese árbol. Este árbol se esquiva por una placa muy fina que apenas se deja proteger, pasado el árbol se sube por un tramo muy descompuesto hasta alcanzar una pequeña repisa, desde donde monta la reunión (definitiva) del primer largo, el espacio aquí no es muy amplio y a duras penas cabemos los tres.
Cuando subo a esta reunión, me doy cuenta de que escalar aquí requiere de utilizar todos los sentidos, y partir de aquí estoy siempre en alerta, nunca se llega a tener sensación de seguridad y en todo momento piensas que el canto al que estas agarrado se te va a venir encima. Quiero volver recalcar esto, pues aunque la mayoría de los pasos sean técnicamente sencillos hay que escalar con mucho tacto y delicadeza porque la roca que compone esta pared no es muy estable, algo lógico al tratarse de la apertura de una línea, pero también por encontrarnos en una zona donde el contraste térmico entre el día y la noche es muy grande, fenómeno que hace fracturar mucho las rocas y variar el terreno al paso de los años y estaciones.
El segundo largo se lo adjudica un servidor, yo también quería escribir mi trocito de historia en esta pared y como siempre digo, hay que ser solidarios con la cordada, no se le puede dejar todo el «marrón» al fuerte.
Parto desde la repisa y subo por un pequeño espolón que me queda a la derecha, superado este, me centro un poco en la vertical y me encuentro con una placa que hago en bavaresa y protejo como puedo en la fisura que me queda a la izquierda, en 20 metros apenas pongo tres o cuatro seguros, tampoco es que dispusiera de mucho más, mi mente aquí en lo único en que piensa es en no tener una caída, pero seguimos avanzando como podemos, pasado ya el tramo de bavaresa me encuentro con una zona algo más sencilla hasta que encuentro una buena repisa y monto reunión.
Para mí, en escalada clásica siempre que encuentro una buena repisa monto reunión, son puntos donde «empezar de 0», comparado con el sitio donde monto la reunión Jaime esto era mucho más amplio, con una base más sólida. El cálculo no esta siempre en escalar X metros y a partir de ahí empezar a buscar un buen emplazamiento para montar la reunión, sino cuando se encuentra un lugar muy bueno sobre todo después de llevar 20 metros o más, no pensártelo y montar ahí.
Recojo cuerda y espero a mis compañeros que escalen el segundo largo, les esperan 30 metros de disfrute, pues nada que ver con el primero que abrió Jaime, este que hice yo fue más agradecido aunque igualmente expuesto.
Nos volvemos a reunir los tres, este largo lo quiere abrir el «tocayo», aunque no tiene mucha experiencia es muy atrevido y valiente (buena virtud, sobre todo para escalada clásica), desde abajo se ve un largo sencillo y disfrutón, lo escala unos 25/30 m hasta que topa contra un tramo bastante vertical donde parece que la dificultad cambia, intenta continuar escalando pero le comentamos que es mejor que no, que trate de montar reunión, donde estaba era un lugar bueno, en ese punto destrepa un poco para montar reunión y poder afrontar esa dificultad más de cerca, baja a una pequeña terrazita con algo de pendiente, pero que permite recuperar algo de cuerda y subirnos.
Subimos el largo, era precioso, su dificultad podría ser de Vº como mucho, pero al escalarlo con tanta delicadeza se hacía ver bastante más complicado. Llegamos a una reunión que estaba bien pero tenía algo de inclinación. La sensación de fragilidad y altura era increíble.
La verticalidad que veíamos desde abajo en la reunión del segundo largo la confirmamos al estar delante de ese trozo de pared. Teníamos delante un trozo muy fracturado y desplomado, parecia que se fuera a caer. Este nuevo largo lo abre Jaime que lo soluciona tirando un poco a la derecha casi asomando al vacío y luego continuando por un paño de roca muy muy expuesto, pasado esto montó reunión ante lo que parecía ya el final de la vía.
Cuando subo este largo, me doy cuenta de lo descompuesto que esta, inicio por la derecha como hizo Jaime y al pasar por la parte intermedia, al coger una roca veo que esta se viene para abajo.. una roca de casi medio metro que tuve que recolocar como pude para que no se cayera e impactara sobre la cuerda o sobre el «tocayo» que estaba aún en la reunión anterior. El «tocayo» al subir se encuentra con el mismo problema, a duras penas recoloca la gran piedra para que no se caiga y tengamos algún susto, por suerte no lo tuvimos.
Llegamos a la cuarta reunión los tres, ya aquí parecía terminar la pared, al menos la parte escalable, en este lugar hacemos una travesía hacia la izquierda por un pequeño pasillo que transcurría detrás de un árbol que por magia de la naturaleza creció en medio metro de pared y expuesto al vacío. Esta travesía es de unos 5/6 metros hasta que se llega a una zona más amplia.
En este punto pasada la travesía que abrió Jaime, me decido a abrir el último largo de unos 10 metros. El último largo sube por un diedro muy bonito que se deja proteger bien y a diferencia de casi todo lo escalado anteriormente, los seguros que pongo dan mucha más confianza. Terminado el largo, aseguro y recojo, ya nos encontramos en una zona conocida como el anfiteatro.
Nota: Este último largo es opcional, yo lo hice para liberar tensiones, se puede evitar por un canalizo que queda justo a la izquierda y que se sortea con un par de trepadas.
El anfiteatro es una de neveros, carentes de nieve en esta época del año donde la verticalidad disminuye drásticamente, aquí nos desencordamos, recogemos cuerda y empezamos una bonita ascensión hacia la cumbre. Ya sabíamos que lo difícil había pasado, que nos quedaba disfrutar del último esfuerzo y empezar a creernos que habíamos abierto una nueva vía en la cara sur de la Maroma.
Serían las 17:30 de la tarde cuando hicimos cumbre en la Maroma, era una bonita tarde, algo venteada pero se agradecía pues nos traía un poco de brisa fresca que nos aliviaba el cansancio que llevábamos. Antes de bajar, pasamos por el Cerro del Sol para dar un pequeño brochecito a la jornada y continuamos bajando por el Collado de las Loberas dirección Sedella.
Tras una dura bajada, llegamos al coche a las 20:15, finalizando con un espectacular atardecer.
Los sueños terminan cuando se cumplen, pues tanto yo como Jaime pudimos cumplir dos. Yo el escalar la Cara Sur de la Maroma y Jaime abrir una vía de escalada.
Aún nos quedan en la libreta muchos sueños por tachar, pero estoy seguro de que este es uno de los que más orgullosos nos vamos a sentir.
Cazasueños (Vía Jaime). Cara Sur de La Maroma. 29-05-2022.
Siempre estas en mis pensamientos querido amigo, nada de lo que hice fuera sido posible de no ser por ti, nunca pude estar más seguro sabiendo que la persona que estaba al otro lado de la cuerda, eras tú.
Dificultades Técnicas:
L1. Largo donde hubo que improvisar una Reunión antes del árbol para evitar el rozamiento. 6a/+
L2. IV/V
L3. IV/V
L4. V
L5. Travesía III
L6. IV/IV.
E2/E3. 150m
Material Utilizado: 1 juego de Totems, 1 juego de Aliens, Nº 1,2 y 3 de Wild Country, 1 juego de fisureros y 2 sacafisureros, cordinos de diversas longitudes y grosores, 16 cintas express.
Albúm de Fotos de la Apertura: https://www.facebook.com/sergiomorenoretamero/posts/5627575640591066